LO QUE me parezco a Dal铆, salvo el talento, es que es incre铆ble. Dal铆 ten铆a terror a penetrar a una mujer, yo tambi茅n; Dal铆 era eg贸latra, yo tambi茅n; Dal铆 es figurativo; yo tambi茅n; Dal铆 se enamora de Gala, yo de Iratxe; Dal铆 se enamora de Amanda Lear, yo de Miss Vico; Dal铆 era heterodudoso/homodifuso, yo tambi茅n; Dal铆 exagera, yo tambi茅n; Dal铆 reivindica la rabia, yo tambi茅n; Dal铆 es racista y fascista... yo tampoco.
691
NO DEBO rehuir el conflicto: casi todo lo mejor que he escrito lo he hecho en situaciones de enfermedad o tensi贸n social/铆ntima. Cada vez que me siento acabada o abandonada de todos, mi muerto regresa y mi cuerpo reacciona.
690
NO SE puede disciplinar ni ordenar ni dar consejos ni pedir paciencia a los j贸venes porque los j贸venes son un sobrante inacabable de energ铆a. Es a partir de los cuarenta a帽os cuando empieza a llegar la calma y tu mediocridad vital te empuja a formular pensamientos de lejos: toda persona madura es un poco fil贸sofa. Mi prejuicio contra el pensador y el cura cl谩sicos es que sus postulados herb铆voros solo se pueden seguir cuando tu cuerpo ya no aguanta lo de antes y tus 谩ngeles o monstruos f铆sicos se han agotado. Cu谩ntas veces he pensado que no se puede ser buena persona antes de los cuarenta a帽os, y la prueba soy yo misma, que me vuelvo superbondadosa en las semanas posteriores a haberme rendido o aminorado mi ego, pero una vez que pasa mi cuaresma y me regresa el animal, no hay Plat贸n ni Buda ni Jesucristo que me sujeten.
689
LAS PALABRAS del idioma que m谩s me gustan en los 煤ltimos meses son pelele, t铆tere, brib贸n y mamarracha. Existe en m铆 una querencia por desvalorarme, sin duda para corregir el ego igual de exagerado que tengo. Creo adem谩s que todos somos un poco peleles y t铆teres y mamarrachas en este mundo, y los que se precian de controlar su vida, de hacer exactamente lo que desean hacer, son mentirosos o monstruos.
688
EXISTEN LAS rosas, los caballos o los martillos y luego estoy yo, que soy un jaleo de p茅talos y piedras y hocicos que no coordinan. S茅 que el poeta m谩s grande del mundo ser谩 aquel que consiga aunar los sonidos m谩s distintos y que cualquier persona es afortunada si est谩 formada por diferentes compuestos, pero yo sencillamente no puedo. No encuentro el pegamento. No hallo la cocina. No mezclo.
687
LA M脥A es otra mente otro coraz贸n otro bazo. Cuando me pidieron que fuera yo, no supe por qu茅 oc茅ano de yoes decidirme. Cuando me hablaron de crisis, respond铆 que ese estado era mi cotidianidad. Siempre he sido un proyecto mil veces recomenzado: la diversidad de impulsos me destruye y mi orgullo alimenta todas las hojas del mu茅rdago. Cada vez que trato de solucionarme, retrocedo.
686
HAY DE todo en los dos bloques ilusorios, pero la mayor铆a de los textos que ha producido Oriente son herb铆voros y la mayor铆a de los occidentales son carn铆voros. Oriente est谩 obsesionada por eliminar o controlar el ego y ha llegado a la suprema inteligencia de considerar a la existencia como una ilusi贸n; los occidentales, mucho m谩s necios, todav铆a creen que existen y que cosechar victorias es demostrar esa existencia. De ah铆 que los occidentales ganen sus guerras contra Oriente: no hace falta explicar por qu茅 lectores de Lao-Ts茅 tienen que sucumbir en las armas ante lectores de Plutarco.
685
NO VUELVO a correr los 100 metros de la literatura jam谩s. El aforismo te vuelve oligofr茅nico. Todav铆a no he recuperado el cerebro, que ahora solo tiene una bater铆a de siete palabras.
684
ME GUSTAR脥A ser el Aristipo de mi tiempo, ese fil贸sofo hedonista nacido en Cirene (actual Libia) que seg煤n Onfray se vest铆a de mujer e iba por las plazas moviendo el culo y diciendo cosas ins贸litas en l铆nea pre-Epicuro. A帽ade Onfray que Plat贸n y sus seguidores no respetaban a Aristipo porque "c贸mo iban a respetar ellos a un fil贸sofo que se viste de mujer".
683
MI MANERA gilipollas de comportarme en Duolingo, donde me encuentro a menudo repitiendo los ejercicios m谩s f谩ciles con el fin de sumar puntos y avanzar posiciones en las ligas, me hace pensar una vez m谩s en los peligros de la competici贸n. La competici贸n es todav铆a peor que el dinero: la tentaci贸n de hacer trampas o de tomar atajos aumenta cuando aparecen rivales, de forma que te ves inmerso en una espiral de astucias que te perjudican, pues ya me dir茅is qu茅 adelanto haci茅ndome trampas a la hora de aprender ingl茅s. Es la competici贸n parecida al que se compra una caja de fresas por el puro deseo de alimentarse, pensando en que le van a durar una semana, pero se las come todas en una sola tarde, llevado por los demonios, y esa misma noche tiene que ir muchas veces al ba帽o, v铆ctima una vez m谩s de la fresa-droga de la competici贸n.
682
RESILIENCIA ES la palabra tan de moda en estos tiempos de locura velocista, pero yo tengo otra contraria y mejor, RENDIRSE, que es sin duda hacer lo correcto, porque solo se rinde quien est谩 en una guerra o en una competici贸n, ¿y qu茅 hac铆as metido en una guerra, por qu茅 te dedicas a competir?
681
MI MEJOR ensayo ser谩 sin duda el que escribir茅 un d铆a sobre la mediocridad, porque es dif铆cil encontrar a un autor que sea tan consciente como yo de la desproporci贸n que existe entre mis ambiciones literarias y su materializaci贸n m谩s mostrenca. Descubrir que eres mediocre, sin embargo, es bueno por dos motivos: el primero, porque acredita que ya tienes un nivel de autocr铆tica que muchos autores no alcanzar谩n en toda su vida, lo que va a impedir que publiques libros p茅simos; el segundo, porque darse cuenta de que est谩s en un hoyo es la primera premisa para salir de 茅l. La mediocridad suele ser cr贸nica y solo muy de vez en cuando se puede salir de ella, pero en eso consiste la sal de ser escritor: hay que leer libros hasta cegarse los ojos, hay que llenar folios hasta que te sangren los dedos, hay que dar vueltas a la rueda hasta crear algo que est茅 muy por encima de tu promedio, hay que tocar la flauta todos los d铆as hasta llamar la atenci贸n de los ratones menos avisados. No s茅 qu茅 periodista deportivo dijo que Sonny Liston, si hubiera luchado cien veces contra Muhammad Ali, “habr铆a perdido 99 veces”: el escritor tiene que resignarse a perder noventa y nueve veces su combate contra el folio y dar a la imprenta el 煤nico que esquiv贸 los radares de su mediocridad.
680
LAS OBRAS de los artistas son caracolas que perciben un matiz de los susurros del mar, pero, ¿no te das cuenta de que para que se escuche el mar a trav茅s de ellas las caracolas deben morir?
679
ENTRE LAS cosas que hacen m谩s bello el vivir est谩 el aprender a caminar despacio. Schopenhauer nunca aprendi贸, acabo de leer que hasta cuando era anciano caminaba como llevado por los demonios. La clave est谩 en aflojar los hombros y en haberse rendido, en no tener futuro.
678
LA PERSONALIDAD ideal es la del ciclot铆mico, que aunque parece antipersonalidad, porque impide que nada le solidifique, al final termina solidificando de la continua repetici贸n, a帽o tras a帽o, de las mismas m谩scaras y los mismos personajes distintos, convirti茅ndose en la personalidad perfecta, pues es mucho m谩s compleja que la que se obtiene si haces caso desde el principio a las voces de la manada, las que te ordenan simplificar, representar un solo papel y adherirte a lo que hagan los dem谩s. Por otra parte el ciclot铆mico aventaja en tolerancia a las personas m谩s s贸lidas, porque se acuerda muy bien de la cantidad de veces que ha sostenido una opini贸n y su contraria.
677
ESTOY QUE ni me encuentro desde que dej茅 las redes y hasta tengo que palparme para saber que existo, pero noto como un alivio entre tanta desrrealidad, como si hubiera una descompresi贸n de mis centros, y hasta disfruto como nunca de un simple paseo por la calle. La ambici贸n es una cosa mala, sin duda, y no est谩 localizada en el cerebro, como se cree, sino en el est贸mago: el ego est谩 situado en los intestinos y atrofia el cuerpo en todas las direcciones: el ambicioso es una persona que no mastica bien ni digiere ni respira.
676
LOS P脕JAROS en la cabeza son ese tipo de aves nacidas en la infancia y adolescencia que vamos matando nosotros mismos en la madurez. Vivir, en puridad, consiste en cometer ornitocidio. Pero si conservas un par de p谩jaros vivos es que algunos a帽icos de tu ni帽o resisten y tu existencia merece la pena: fracasar es llegar a la tumba con todos los p谩jaros muertos.
675
LO QUE me divierte tristemente esa an茅cdota de Hitler, la que dice que el F眉hrer no quiso casarse con Eva Braun e incluso ocult贸 el noviazgo para no decepcionar a las alemanas. El p谩jaro daba por hecho que cada alemana ve铆a en 茅l al hombre ideal (no s茅 c贸mo, porque ten铆a m谩s carencias emocionales que yo) y quer铆a que cada una de ellas se metiera los deditos mientras pensaba en 茅l. Tomando de los pelos esta an茅cdota vuelvo a insistir en que yo, aunque soy una gran defensora de las egolatr铆as de los artistas, que son el humus que genera la gran obra y cuya parte negativa/vanidosa es menor de lo que se dice, porque es simple fuerza que se nos va por la boca y que solo a nosotros nos perjudica, soy en cambio una gran enemiga de las egolatr铆as de los gobernantes, porque los gobernantes s铆 que son personas pragm谩ticas que, para llegar hasta all铆 arriba, entendieron muy bien las virtudes y los defectos de la gente, a la que pueden guiar al matadero si les place. Cuando yo digo “Agarraos bien a la barandilla, porque es inevitable que me convierta en la primera moralista francesa de Madrid”, no hay que llorar ni patalear ni se帽alarme con el dedo como mediocres en serie que sois, porque lo m铆o es simple humo color de rosa dentro de un globo naranja y yo un ser al que todo el mundo, desde mi madre hasta los curas y los profesores, han tachado de “persona sin fuste”. Ahora bien, si un cabo austriaco escribe un libro donde dice que el espacio vital alem谩n es la Uni贸n Sovi茅tica; si un antiguo jefe de la KGB dice antes de llegar al poder que Ucrania es rusa; si un organizador de concursos de Miss Universo dice que si 茅l llegara al poder repatriar铆a a todos los inmigrantes, hay que tratar de ponerles todas las zancadillas que se puedan antes de que la l铆en porque, mientras un artista es b谩sicamente un so帽ador o un lanzador de preguntas, un gobernante es sobre todo un ejecutor, y un gobernante absoluto un ejecutor sin l铆mites.
674
A MENUDO damos por estrictamente contempor谩neos comportamientos que forman parte de todas las 茅pocas y que figuran entre lo m谩s intr铆nseco del ser humano. As铆, se habla de que en esta 茅poca "ha nacido" la postverdad y el sesgo de confirmaci贸n, esto es, que la 煤nica verdad que existe es la que deseamos y que la gente solo busca argumentos o consume medios que le den la raz贸n, pero ¿acaso pens谩is en serio que nuestros abuelos en cambio buscaban opiniones contrarias, las del indepe o el anarquista o el musulm谩n, o deseaban una verdad que no fuera blanca, cristiana y espa帽ola?
673
PARA M脥 solo existe un centro, la mujer, y todas sus periferias las califico en tanto se enfrentan o tratan de acercarse a ella. A los hombres se les puede agradecer los servicios prestados, por la contribuci贸n que hicieron a trav茅s de los milenios para crear la feminidad, que es el mejor invento de la historia porque es m谩s luz, m谩s detalle, m谩s intensidad, m谩s complejidad, un invento que adem谩s est谩 casi libre de lo peor del ser humano, el silencio, la imposici贸n, la violencia, la muerte. Cuando sal铆a con Iratxe ese era el detalle que m谩s me inquietaba: que ella ten铆a muchas m谩s ganas de salir, de vivir experiencias intensas, de conocer gente, y se hund铆a en la tristeza a la m铆nima, cuando sent铆a que "se me est谩 escapando la vida sin hacer nada". Yo admiro y estoy obsesionada y a veces trato de confundirme con el invento "mujer", pero luego reconozco que estoy a a帽os luz de su divinidad y hasta les tengo miedo cuando se acercan a m铆, porque siento que las mujeres quieren utilizarme para vivir m谩s, para sentir m谩s, para que llene de electricidad y decibelios sus vidas, cuando lo que yo quiero de verdad es quedarme en casa a leer a Montaigne o ver un partido del Manchester City, pues soy una persona en la que por desgracia resiste la menos-vida de los hombres.
672
NUNCA HE negado que el individualismo no sea tambi茅n ego铆smo; lo que niego es que sea solo eso. El individualismo nace cuando te das cuenta de que los deseos standard que tienen los dem谩s, la familia, el dinero, los amigos, la religi贸n, la patria, son deseos dirigidos, no pensados para tu conveniencia sino para la conveniencia del grupo, de un grupo sectario (el 煤nico tipo que existe) montado en-contra-de otros grupos que te obliga a llevar una vida de animalidad est煤pida (frente a la animalidad inteligente del que est谩 solo). El individualismo es el esfuerzo que hago para racionalizar los deseos y escoger solo aquellos que me convienen, que est谩n hechos para m铆; tambi茅n gracias al individualismo trato de eliminar las incertidumbres que tratan de generarme los colectivos que niego, que no son m铆os. As铆, cuando los media anuncian "invasi贸n" de subsaharianos en Canarias, a m铆 no me causan ninguna alarma, porque yo no creo en la patria; cuando se alerta de que el n煤mero de hijos por pareja est谩 descendiendo en Europa, a m铆 no me importa, porque no creo en la familia ni en la blanquitud; cuando el ciclista Enric Mas termina cediendo en la monta帽a y el locutor se lamenta, porque piensa que va a ganar Poga膷ar, yo en cambio me alegro, porque soy individualista y lo que me emociona hasta las l谩grimas es que gane EL MEJOR.
671
NO PASAR脕 nada. Los pol铆ticos seguir谩n haciendo declaraciones, nosotros escribiremos poemas, los israel铆es lanzar谩n bombas. Cuando se celebre el 44潞 Concurso de Poes铆a en favor de Gaza, ya todos los palestinos estar谩n muertos, pero el ganador europeo dir谩: “Gracias, gracias, espero que el pr贸ximo a帽o se mantenga este concurso tan necesario, aunque ya no exista la poes铆a, ni tampoco Gaza”.
670
EN SU Coriolano, Plutarco se acuerda dos veces de una frase de Plat贸n, seg煤n la cual la arrogancia es compa帽era de la soledad. No solo la arrogancia: la soledad tambi茅n trae miedo, ambici贸n, independencia, ego, extravagancia, obstinaci贸n, disciplina, orgullo, abstracci贸n, profundidad, amplitud, enso帽aci贸n, singularidad, enfoque.
Muchas cosas buenas y malas vienen con la soledad, a veces contradictorias, pero no vienen sueltas sino pegadas entre ellas, y sospecho que sin las malas tampoco vendr铆an las buenas.
669
TANTAS VECES he utilizado yo la met谩fora de las hojas de los 谩rboles, que cuando se acerca el oto帽o se desprenden de ellos y conquistan su libertad, ya lejos del odioso centro, dirigi茅ndose ahora en cualquiera y en todas las direcciones, que estos d铆as estoy comprobando con mucha tristeza, aunque quiz谩 sea solo por la disposici贸n espacial del patio de Bardot, que las hojas de los pl谩tanos de sombra que crecen en ese patio, cuando se caen, en realidad no ganan ninguna individualidad, porque el viento las va reuniendo de nuevo hasta crear una nueva masa indiferenciada, un nuevo pelot贸n de hojas.
No hay forma de librarse de la puta manada. Hasta la muerte es otra masificaci贸n. El viento no es un anarquista como pensaba sino otro organizador fordista de la existencia.
668
LO PRIMERO importante y no tan f谩cil de detectar, pues todo el mundo te va a decir que es bueno, es descubrir que Dios es malo, que la mayor铆a de los pueblos crean dioses canallas que te van a castigar con infiernos y hasta te pueden matar si niegas su divinidad; lo segundo es darse cuenta de que Dios, en todos los lugares y 茅pocas, dice exactamente lo mismo que el PNV de cada 茅poca y lugar, de modo que enseguida te puedes hacer la siguiente pregunta, si eres un poco avispada: ¿es el PNV el t铆tere de Dios o es Dios el t铆tere del PNV, un invento de las fuerzas muertas del lugar para que permanezcas en la humildad y tu vida sea igual de muerta que la de ellos?
667
TODO LO normativo atenta contra la naturalidad del mundo y genera su anti. Cada regla genera su antirregla, cada costumbre su anticostumbre, cada lugar su antilugar. Hasta los 铆dolos deportivos o musicales, cuando se elevan demasiado y amenazan la pluralidad de las estrellas, generan su respectivo ej茅rcito de haters.
Toda propuesta que aspira a orden y centralidad provoca una reacci贸n. No centralices, no unifiques, respeta los derechos previos del polite铆smo y de la polinada, cultiva todos tus ceros...
666
EN MI 茅poca de estudios me suced铆a a menudo que sal铆a de los ex谩menes pensando que los hab铆a suspendido, pero luego resulta que aprobaba casi todos. Al contrario no me pas贸 nunca, que suspendiera alguno que estaba segura de aprobar. Con la existencia creo que pasa lo mismo: por m谩s que pienses que la est谩s suspendiendo, la vida es tan amplia que siempre te da opciones de recuperaci贸n hasta que te llega el examen final, el que termina en el at谩ud, primer examen que de verdad suspendes.
665
SE ME olvid贸 psic贸pata. En el cuarteto de adjetivos que te van a dirigir si te arriesgas a las relaciones sociales y fracasas en ellas, adem谩s de bipolar, narcisista y t贸xico, se me olvid贸 incluir psic贸pata.
664
LO DE Torre Pacheco, como lo de Plymouth, se ve铆a venir: fortalecer un nosotros imaginario y sectario es una locura que siempre deriva en violencia. Las naciones, como las religiones monote铆stas y las ideolog铆as totalizantes, basadas en el esquema antiduda "esto-es-as铆-y-punto", son cosas malas: no hay m谩s que escuchar el lenguaje-consigna, dirigido a oligofr茅nicos, con que sus dirigentes se dirigen a las masas; no hay m谩s que comprobar, al grito de "un marroqu铆 hizo esto", c贸mo manadas de subnormales suspenden su inteligencia y se dan a la caza del marroqu铆, de todos los marroqu铆es, porque se sienten respaldados por un invento terrible contra el que nadie se atreve, la patria.
663
LA MAYOR parte de biograf铆as sobre escritores, salvo las de aquellos que alternaron la literatura con la pol铆tica, son una completa enga帽ifa en las que el bi贸grafo hace malabarismos para inventarse la amenidad. ¿Qu茅 hice yo el lunes? Leer, escribir y permanecer un rato entre mis blogs y las redes sociales. El martes hice lo mismo. El mi茅rcoles lo mismo. El jueves lo mismo. El viernes lo mismo...
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