HACE DIEZ o quince a帽os todav铆a toleraba a las chinches del granujer铆o aut贸ctono, pero de hace un tiempo, desde que se han hecho presentes bichos tan planetarios como la guerra nuclear, el cambio clim谩tico o la Inteligencia Artificial, me basta escuchar de lejos nombres como “Ayuso”, “Pablo Iglesias” o “Puigdemont” para que se me lleven los demonios y recuerde a Alejandro Magno, que habiendo batido en Asia a ej茅rcitos de 300.000 soldados, le vinieron a alertar un d铆a de que Esparta se hab铆a levantado de nuevo en Grecia y contest贸: “¡No me volv谩is a hablar de guerras de ratones!”