EL PROBLEMA surge a los cuarenta a帽os. Hasta los catorce te vas arreglando con la fe, que es la que te permite creer en las f谩bulas de Dios y la patria; y a partir de esa edad con la raz贸n, que es la que modela tu personalidad y tu libre albedr铆o. Pero a los cuarenta ya sabes, es imposible que no sepas que la raz贸n es otra fe, una mera sirvienta de tus prejuicios y conveniencias, y tu situaci贸n vital empieza a ponerse interesante, demasiado interesante...