LA 脡TICA humanista no debe ponerse en favor del bien y en contra del mal, sino en favor de la v铆ctima y en contra del verdugo, que es una divisi贸n distinta. Si adoptamos la 茅tica del bien y del mal nos ponemos a merced de los sofistas m谩s fabulosos del mundo, que trabajan para los grandes medios informativos, detr谩s de los cuales est谩 el poder, y que tratan de convencernos a lo Vargas Llosa de que los buenos son los verdugos y el bien se asienta entre los poderosos. La 茅tica humanista debe preguntarse qui茅n es el d茅bil, qui茅n es el pobre, qui茅n es el de abajo, qui茅n es el que sufre, qui茅n es el que no tiene voz, y defender con los ojos cerrados a todos ellos, sin olvidar que la v铆ctima est谩 hecha del mismo material que el verdugo y que, si llegaran a intercambiarse los papeles, ser铆a el momento de que nosotros tambi茅n intercambi谩ramos nuestro apoyo.