ESA FRASE tan utilizada, "nadie es imprescindible", es por desgracia una media verdad, porque todos somos imprescindibles para nosotros mismos, salvo aquellos que deciden quitarse de en medio de manera violenta. Digo "por desgracia" porque una de las tragedias del ser humano es la superconsciencia de s铆 mismo, que nos lleva a desarrollar una mirada de insecto, de pocos cent铆metros cuadrados, siempre preocupados por cosas de las que no merece la pena preocuparse. Si el ser humano pudiera librarse de s铆 mismo al menos un d铆a a la semana, estoy seguro de que las tasas de suicidio se desplomar铆an y algo muy parecido a la felicidad podr铆a ser posible en la Tierra.