CREO QUE ya he ingresado en el territorio Truman Capote. Invitado el autor de A sangre fr铆a a la Uni贸n Sovi茅tica, se present贸 a lo Rita Hayworth, con un pomposo abrigo blanco hasta los pies y varios abalorios, tan diva que el diplom谩tico estadounidense que le acompa帽aba se sinti贸 obligado a excusarse con el ministro de cultura sovi茅tico. “¡Ya sabe usted c贸mo son los escritores!”, le dijo, a lo que el ministro contest贸:

—Nosotros tambi茅n los tenemos as铆, pero no los ense帽amos.