Y QU脡 maravilla c贸mo se mueven las personas guapas, tanto los hombres como las mujeres, que delicadeza y complejidad al mover el cuerpo y las manos, qu茅 sincron铆a, tambi茅n a la hora de hacer gestos con la cara, cu谩ntos a帽os les habr谩 llevado naturalizar tanto artificio, esa coqueter铆a que en ellos parece necesaria. Nos observas en cambio a los feos y descubres que… ¡a煤n no hemos aprendido a movernos! ¡Se nota que pasamos de nuestro cuerpo, que no estamos enamorados de 茅l!