LOS ERRORES no son el pus que segrega la creaci贸n sino que son su humus; el escritor incipiente tiene que lanzarse a cometer errores cuanto antes porque en ese arrojo va a radicar su calidad futura. No se puede llegar a poeta sin pasar antes por poetastro ni a intelectual sin pasar por intelectualoide: en este abejer铆o quien no tiene sentido del rid铆culo cuenta con el futuro de su parte.