EL PROBLEMA b谩sico de muchas pel铆culas americanas, lo que rompe de forma flagrante el pacto de verosimilitud con el espectador, es que se cometen demasiados asesinatos para que la bondad de los protagonistas se mantenga tan inmaculada como tratan de presentarnos. En el momento en que muere una persona inocente, ninguna pel铆cula podr铆a terminar bien, porque los buenos, si fueran tan buenos como se dice, dedicar铆an los 煤ltimos minutos de la pel铆cula a llorar por los desaparecidos. Pero no es eso lo que ocurre: ¡a menudo los protagonistas se abrazan y celebran su triunfo sin ning煤n escr煤pulo de conciencia, olvidando que durante el resto de la pel铆cula, adem谩s de los malos, han muerto familiares, amigos e inocentes! Han ganado los buenos, s铆, pero a costa de volverse inhumanos: ¿qu茅 gentucilla es esta a la que solo le importa su propio 茅xito?