LA DEMASIADA variaci贸n rompe la majestad del arte. Lo que es impresionante nunca cansa, por ejemplo el trueno, el rayo, la tormenta el茅ctrica, el mar, sonidos que no admiten muchas variaciones, que hasta se podr铆a decir que se repiten, pero ¿en serio alguien se cans贸 del sonido del mar, de las olas estrell谩ndose contra las rocas, de la grata mengua que sufre nuestro ser ante tanta grandeza?