LA MAYOR parte de la clase media se erige sobre este robo aprobado por las instituciones y defendido como natural por los medios de comunicaci贸n. Una parte de la sociedad, la propietaria, se al铆a con su clase dirigente para sacar “del aire” tres veces el valor de un inmueble. Donde eso sucede la sociedad enferma, se despierta el odio entre clases, las personas se despersonan y los pol铆ticos se vuelven antipol铆ticos.