CADA MUCHOS a帽os o d茅cadas acontece alg煤n momento 煤nico en la vida p煤blica, donde la sociedad parece que se despereza, pero pronto se vuelve al PNV mental que domina nuestras existencias. Lo 煤nico bueno que trajo el coronavirus es que el miedo cre贸 brillo en nuestros ojos y despert贸 las energ铆as sociales, ¡al fin nos estaba pasando algo!, pero dos a帽os despu茅s todos estamos cansados y hasta deseamos que venga el virus y haga con nosotros lo que le plazca. Esa es la primera ley de la intensidad: que no dura. Los que duran y dominan la sociedad son los no intensos, las personas que ni sienten ni zarandean.