DICE RIBEYRO que la naturaleza es fea y que ha sido la literatura quien la ha romantizado. Pienso al contrario: la naturaleza es bell铆sima y casi cualquier trozo de mar o bosque o cielo son espect谩culos inagotables. Lo que pasa es que es asim茅trica, inc贸moda, h煤meda, fr铆a y llena de bichos y peligros: es un lugar muy poco adecuado para el ser humano. Lo que frecuentamos no es la naturaleza sino la naturaleza domada, como por ejemplo las costas, los parques o los parques naturales, con olas controladas, leones que cazan mirando a la c谩mara y 谩rboles situados exactamente a diez metros el uno del otro, todos con la misma altura. La naturaleza de verdad, si es que existe, vive en el extrarradio: donde triunfa el b铆pedo solo sobrevive como zoo, camping o playa.