QU脡 MAYOR demostraci贸n de que los poetas estamos constituidos al 99% de vanidad que no nos demos cuenta de lo malos que son nuestros poemas, y mira que a veces son malos de ganas, y en cambio tengamos un olfato fin铆simo para detectar hasta el menor fallo de los que hacen los otros, paradoja que me ha hecho decir muchas veces que los poemas malos son como los pedos: solo nos huelen mal los que se echan los dem谩s.