EL MITO de los poemas rotos forma parte del cat谩logo de exageraciones del poeta, porque los poemas no hace falta romperlos, basta con desecharlos. Incluso hacer una bola con el folio antes de tirarlo a la papelera me parece poco claro: lo normal es deshacerse del folio sin bola de por medio. Un poeta que haga bolas o rompa folios me crea un poco de rechazo, salvo que los rompa minuciosamente, en min煤sculos trozos de un cent铆metro, en cuyo caso empatizo, porque me siento m谩s cercano de los neur贸ticos que de los agresivos.