QUE TODAV脥A no es nadie el poeta lo comprueba en que solo recibe elogios.
Comienzan las cr铆ticas: significa que cada vez escribe mejor.
Le insultan: es que ya est谩 escribiendo muy bien.
Le quieren pegar: es la consagraci贸n definitiva.
Existe un punto m谩s alto a煤n, el de la entrada en la gloria, al que llegaron Pushkin, Lorca, Mandelstam, Celan, Plath o Pizarnik, y que se alcanza cuando te desaparecen o te desapareces. Sobre cu谩l es la edad adecuada para llegar a este extremo existen varias opiniones: la m铆a es que no hay que tener prisa.