NO S脡 por qu茅 se asombran de que los santos milagreros, cuando estaban vivos, fueran odiados por las monjas o sacerdotes con los que conviv铆an. Si t煤 les dices a tus compa帽eros que Jesucristo se te ha aparecido, o que la Virgen Dolorosa te ha hablado, o que el diablo te ha echado agua ardiendo mientras dorm铆as, est谩s haci茅ndoles ver que t煤 eres un “elegido”, una persona grata a los ojos de Dios, mientras que ellos son meros comparsas. Por otra parte, los curas y monjas que no hacen milagros ni disfrutan de apariciones son mucho m谩s honrados que los que llegan a santos, todos ellos grandes “imaginativos”, por lo que es normal que incuben rencor y sospechas ante estos ambiciosos, cuyos supuestos milagros les sirven para "hacer carrera" y cobrar importancia en el monasterio.