LA DE cosas que parece que hay en tu habitaci贸n cuando la tienes desordenada. Es empezar a ordenarla, esto es, a reducir y concretar y clasificar su contenido, y descubres con pena que no hab铆a tanta riqueza. Mientras estuvieron desperdigados, cada objeto conservaba su peculiaridad, su poes铆a y su valor en s铆 mismo, pero a medida que incurriste en orden se uniformaron, se igualaron en valor y se ahogaron en el horror de la utilidad.