EL PROBLEMA de las palabras es que, cuando copulan unas con otras de forma consciente, enseguida forman matrimonios de ideas, argumentos, sistemas y, en definitiva, todo lo que no es poes铆a. Para hacer poes铆a debes dejar que las palabras follen sin cond贸n y con cualquiera, nunca en la cama ni con vistas a un compromiso, y solo por el puro placer de follar.