A PESAR de que soy contrario a la lectura 茅tica de las obras de arte, descubro con asombro, ahora que he visto por tercera vez una de mis pel铆culas favoritas de John Ford, El hombre tranquilo, que la escena casi final, que pretende ser c贸mica, en la que aparece John Wayne arrastrando brutalmente a Maureen O’Hara durante unos kil贸metros, con cientos de irlandeses jale谩ndole mientras acude a pedirle a su cu帽ado Victor McLaglen el dinero de su dote, me parece ahora muy desagradable. M谩s que desagradable, me parece intolerable. ¿Y c贸mo es que esa larga escena no me indign贸 las dos primeras veces que la vi? Sin duda el avance del feminismo (la 煤nica buena noticia social en el Madrid de los 煤ltimos a帽os) est谩 actuando en m铆 y ya no soy capaz de admitir algunas cosas.