LA MEJOR vacuna para la irresoluta, la desubicada, la funambulista, la que siempre vive en la incertidumbre, es mirar al otro lado de la barrera y ver en qu茅 se convierten las ubicadas, las centradas, las instaladas, las que nunca dudan. Es el momento en que te dices: “¡Sigo naufragando en la direcci贸n correcta!”.